Buenos y otoñales días!
¿Qué tal habéis llevado la repentina entrada del frío? parecía que no iba a llegar nunca y.. ZAS!
Desde que estos días atrás, por fin, el otoño hizo su aparición vengo sufriendo la batalla de todos los años, yo que creía que esta vez me había librado.. pues nada de eso: mi piel, de repente, ha empezado a pedirme nutrición a gritos.
Entre eso, el pelo, las uñas..tuve que decirme a mi misma un: "vayamos por partes" a lo Jack el destripador.
A la hora de adentrarme en cuidados para la piel mi primera opción suelen ser las mascarillas caseras, así que tiré de hemeroteca personal y hoy os traigo una para cada tipo de piel. En internet encontraréis mil y una formas de haceros una por lo que las que yo os traigo son solo aquellas de las que tengo buenas recomendaciones de primera mano.
Antes de hablaros de ellas en si, os recomiendo que comencéis el proceso de la siguiente manera:
1. Limpia: con un baño de vapor y/o agua templada y tu jabón habitual (según tu tipo de piel).
2. Exfolia: Es tan simple como mezclar un yogur natural con un par de cucharadas de azúcar y remover hasta que quede homogéneo. Lo repartimos dando un pequeño masaje circular sobre el rostro y la dejamos actuar durante unos 10-15 minutos.
3. Prepara: Enjuaga tu cara con agua templada y sécala con una toalla sin frotar para evitar irritaciones.
Al finalizar estos sencillos pasos ya notaremos como nuestra piel está más limpia y suave, ya está preparada para nutrirla en profundidad con una mascarilla. Os enseñaré algunas caseras según vuestro tipo de piel.
INGREDIENTES: 1/2 Aguacate, 1/2 ccucharada aceite de oliva, 1 cucharada de miel.
El aguacate mantiene la tonicidad de la piel por la acción de sus ácidos grasos e hidrata (Vitamina E) y el aceite de oliva posee ácidos grasos esenciales por lo que repara los tejidos dañados o deteriorados prematuramente. La miel tiene un efecto hidratante y elimina las células muertas.